Saludo Viernes 3 de Julio
Queridos profesores y familias del colegio:
En este primer viernes de mes en que tampoco podremos celebrar la Santa Misa y recibir la comunión sacramental para reparar al Divino Corazón de Jesús, sentimos una gran necesidad interior y decimos con el salmista: «Mi alma tiene sed de ti».
“Porque hay quienes tienen sed, pero no de Dios. Todo el que desea conseguir alguna cosa, arde en deseos de ella: este deseo es la sed del alma. Y fijaos cuántos deseos hay en el corazón de los hombres: uno desea oro, otro plata; este desea propiedades, aquel otro herencias; uno dinero en abundancia, el otro abundantes ganados; este desea una casa grande, el otro honores. Ya veis cómo todos estos deseos están en el corazón del hombre. Todos los hombres arden en estos deseos; y apenas se encuentra uno que diga: «Mi alma tiene sed de ti». Tienen los hombres sed del mundo, sin darse cuenta de que se encuentran en el desierto, donde su alma debe sentir sed de Dios. Al menos digamos nosotros: Mi alma tiene sed de ti; digámoslo todos, puesto que unidos de corazón a Cristo, todos somos una sola alma. Que esta alma sienta sed en el desierto.
Mi alma, dice el salmo, tiene sed de ti, cuando el alma siente sed, es una sed de la fuente de la sabiduría. De esta fuente se saciarán nuestras almas, como lo describe otro salmo: “Se saciarán de la abundancia de tu casa, y les darás a beber del torrente de tus delicias. Debemos, pues, estar sedientos de la sabiduría, debemos estar sedientos de la justicia. Y no nos saciaremos de ella, ni sentiremos su hartura, hasta que termine esta vida, y se cumplan en nosotros las promesas de Dios” (San Agustín).
Padre Javier Jaurrieta G. HNSSC