Saludo Miércoles 22 de Abril
Queridos profesores y familias:
Estad alegres, os lo repito. Estad alegres. Que vuestra alegría la conozca todo el mundo, nos exhorta la palabra de Dios.
La alegría cristiana es una realidad que no se describe fácilmente, porque es espiritual y también forma parte del misterio. Quien verdaderamente cree que Jesús es el Verbo Encarnado, el Redentor del Hombre, no puede menos de experimentar en lo íntimo un sentido de alegría inmensa, que es consuelo, paz, abandono, resignación, gozo…
¡No apaguéis esta alegría que nace de la fe en Cristo crucificado y resucitado!
¡Testimoniad vuestra alegría! ¡Habituaos a gozar de esta alegría!
Y este testimonio debe ser principalmente en la casa, donde ahora nos toca vivir más juntos que nunca. ¿Acaso no es providencia de Dios que una sociedad en que se ataca la familia desde sus fundamentos más esenciales hasta en los más triviales aspectos, como las entretenciones, tengamos que vivir en familia obligados por esas mismas leyes que la atacan?
Que la alegría de Cristo resucitado nos haga descubrir esta otra alegría de Jesús, el mismo Cristo y Dios verdadero, en la vida familiar de Nazaret.
Padre Javier Jaurrieta G.
HNSSC