Saludo Martes 12 de Mayo
Queridos profesores y familias:
Ante esta situación que se alarga y que supone un tremendo esfuerzo por parte de todos los miembros de una casa, pero especialmente de los papás, quiero alentarles con unas palabras de Benedicto XVI:
“La educación de las nuevas generaciones en la fe pasa también a través de vuestra coherencia. Dadles (a los hijos)testimonio de la belleza exigente de la vida cristiana, con la confianza y la paciencia de quien conoce el poder de la semilla sembrada en la tierra. Sed, para cuantos están encomendados a vuestra responsabilidad, signo de la benevolencia y de la ternura de Jesús: en Él se hace visible cómo el Dios que ama la vida no es ajeno o distante de las vicisitudes humanas, sino que es el Amigo que nunca abandona. Y en los momentos en que se insinúe la tentación de que todo esfuerzo educativo es vano, sacad de la Eucaristía la luz para reforzar la fe, seguros de que la gracia y el poder de Jesucristo pueden alcanzar al hombre en cualquier situación, incluso la más difícil”.
Vivir según esta exhortación supone entre otras cosas hacer un esfuerzo por mantener la alegría de vuestra vocación al matrimonio, alegría mostrada, alegría contada, alegría que, desterrando toda murmuración, enfrenta esta situación difícil como la oportunidad de Dios para cultivar esa belleza, benevolencia y ternura que nos hablaba el pontífice.
No, no es mala suerte que nos haya «tocado» esta pandemia, sino que es un regalo de Dios para afirmar el tesoro de la familia.
Con mi bendición,
Padre Javier Jaurrieta G.
HNSSC