Mayo 2022
Cristo ha resucitado. ¡Aleluya!
Iniciamos el mes de mayo en este tiempo de pascua y no podemos sino comenzar con este
grito de alegría que ha de ser nuestra bandera, nuestro ideal y donde ha de descansar
nuestra esperanza. No podemos dejar en el olvido tanto bien recibido de la Resurrección de
Jesús y la presencia de estos dones han de señalar todo el devenir cotidiano de nuestro
colegio.
En este mes, nuestra Madre en Fátima nos recuerda vivir pendientes de Dios, que está muy
triste por los pecados de los hombres y quiere ser consolado. La Virgen pide reparar el
corazón ofendido de nuestro Dios. Aprendemos que Dios interviene en la Historia, que
nuestros actos, para bien o para mal, llegan al Señor y que la Virgen nos pide oración y
penitencia.
En este tiempo que vivimos es muy fácil percibir que hay ideologías del mal, que atentan
contra los derechos de Dios y la dignidad del hombre, que hay una tendencia, guiada por el
príncipe de este mundo que es el diablo, en la que el hombre (bien sea como individuo o
como colectividad) se coloca en el lugar de Dios para convertirse en Dios y ser adorado en
su voluntad, que pretende y que cree omnipotente…
Como colegio queremos trasmitir un mensaje de esperanza en la promesa de Dios hecha a
través de María en Fátima, y deseamos que todas las familias del colegio en este mes de
mayo se unan, como pidió la Virgen en Fátima, rezando el rosario por la paz en el mundo,
por la Iglesia y el santo Padre y para ver entre nosotros la tan deseada civilización del amor,
el reinado social del corazón de Cristo.
Mientras tanto continúa la labor de cada día donde las familias han de sostener con
fortaleza las acciones educativas que en la largueza del tiempo pueden ir debilitándose, e
incluso creer que no son tan importantes. Hablamos de cosas como la puntualidad, el
uniforme, el cuidado de la caligrafía o la lectura … en fin de las cosas pequeñas desde
donde se propician las más importantes.
Por último, celebraremos una vez más las Glorias Navales y podremos admirar a los héroes
de nuestra Patria para enseñar que hay amores por los que merece la pena dar la vida.