Saludo Martes 28 de Julio
Queridos profesores y familias del colegio:
El otro día, me encontré con un poema bien conocido de Santa Teresa titulado “Nada te turbe”, que ya les hemos compartido en alguna ocasión. Pero, para mi sorpresa, descubrí que la
composición de la santa se extiende más allá de los nueve versos que todos conocemos. Creo que vale la pena leerla entera y, sobre todo, interiorizarla, ya que en ella encontramos sintetizada lo que debe vivir toda alma cristiana.
“Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta”.
Solo Dios basta, el alma cristiana que vive prendida en el amor De Dios “nada le falta”, es la única manera de gozar de una paz verdadera incluso en medio de la tormenta.
Que Dios les bendiga.
Padre Josep Vives G. HNSSC