Inicio del año escolar

Comenzamos un año más nuestra tarea educativa, teniendo siempre presente que los padres son los primeros educadores de sus hijos.

 

El papa Francisco en la encíclica «Dilexit Nos» (2024) recuerda que nuestras comunidades «solo desde el corazón lograrán unir sus inteligencias y voluntades diversas y pacificarlas (…). En el corazón de Cristo nos volvemos capaces de relacionarnos de un modo sano y feliz y de construir en este mundo el Reino de amor y de justicia. Nuestro corazón, unido al de Cristo es capaz de este milagro
social.» (DN 28)
Esta unidad en torno a nuestro proyecto educativo hace que podamos educar a los jóvenes con esperanza en Dios y poniendo todo nuestro esfuerzo en «la fidelidad a la verdad».
A partir de ahora volvemos a las clases, las pruebas, el uniforme, la puntualidad, el estudio, las jornadas, las expediciones… Y todo ello conduce a formar en el joven aquel hombre cuya imagen es Jesucristo.
Toda la labor educativa de este año se enmarca dentro del año jubilar de la redención que el Papa ha querido llamar «de la esperanza». Año de gracias y bendiciones para la iglesia y para cada uno de nosotros.
Pedimos al Señor que cada familia del colegio, cada alumno, pueda gozarse en el conocimiento de la verdad, y aplicarse al estudio teniendo como horizonte, no solo su propio bien, sino también el de la patria y del mundo entero.
Toda la educación, todo el estudio, todos los esfuerzos que se realizan son para transformar este mundo y ponerlo en el orden querido por Dios.
Agradecemos a todas familias por confiar en nuestro proyecto educativo en torno
al cual estamos en comunión de ideales para educación de cada alumno.