Diciembre 2016
Estamos ya en el mes de diciembre. Estamos en los últimos esfuerzos de un año que va concluyendo, estamos en los días de rendición de trabajos, de resultados mejores o peores de lo esperado, de cansancios en los trabajos…y aparece en el horizonte el necesario descanso para el alma, junto con la familia.
Pero para llegar a las vacaciones hemos de afrontar con fortaleza este tiempo, y para ello nos viene muy bien que coincida con el tiempo de Adviento. El tiempo de Adviento es un tiempo de espera, de espera dichosa de la salvación. Y esa esperanza nos hace fuertes ante las dificultades, nos hace capaces de superarlas y nos ensancha el corazón para disfrutar del bien amado, por el que hemos luchado y que ahora poseemos con gozo en el nacimiento del Enmanuel, Dios con nosotros.
También, al acercarse el final del año, van apareciendo diversas celebraciones muy significativas. Algunas de ellas queremos destacarlas en estas palabras.
Recordemos el viaje de estudios de los segundos medios, que muestra una vez más que queremos hacer algo diferente, que ayude a formar a nuestros alumnos, los saque de los lugares comunes y les haga crecer hondamente en la verdadera amistad que han cultivado durante los años de estudio.
Los cursos van organizando paseos para poder celebrar juntos la alegría del año que termina, siempre en un ambiente sano y agradable que les enseña a convivir juntos y a quererse como amigos
Así mismo esperamos con mucha ilusión la ceremonia de graduación de los alumnos de IVº Medio que este año egresan, aunque dejando parte de su corazón en el Colegio.
Comienzan también las vacaciones, donde esperamos el merecido descanso que reponga nuestros cuerpos y nuestros corazones y los disponga a seguir en la entrega cotidiana. Durante los primeros días de vacaciones el Colegio ofrece los campamentos de verano en los que, mezclando actividades lúdicas, de formación y de crecimiento espiritual, los jóvenes aprovechan esos días en una amistad profunda que les alegra el corazón. Es importante destacar que aunque la organización depende de los sacerdotes del Colegio, se cuenta con la ayuda de los alumnos mayores y de los exalumnos que voluntariamente se ofrecen para trabajar por transmitir lo que ellos a su vez han recibido
Cuidemos el ambiente de las familias, para que la venida del niño Dios no pase desapercibida, ni se mundanice una fiesta que es esencialmente religiosa. Preparemos nuestros corazones y nuestras casas para celebrar la Navidad, porque la fiesta es expresión de la alegría que impresiona a todos los que la celebran, penetra en los corazones y, con la celebración litúrgica, se convierte en parte de nuestra vida.